viernes, 25 de diciembre de 2009

algo sobre reflujo gastro esofagico-vomitos

Cuando los padres se dan cuenta que su hijo vomita después de haber sido alimentado, generalmente se alarman mucho. Demasiado a nuestro juicio de pediatras, porque si bien en algunos casos es considerado una enfermedad importante, en la mayoría constituye sólo una condición normal, especialmente durante los primeros meses de vida del niño.


El reflujo concretamente es el ascenso del contenido gástrico hacia el esófago toráxico. Es decir, el contenido del estómago -sea éste alimento y/o secreciones gástricas- asciende, llegando a la parte superior del esófago y eventualmente a la boca o el exterior, provocando el síntoma más básico, conocido y temido del reflujo: el vómito.

Sin embargo, el reflujo no constituye enfermedad por si solo. No es más que un signo, que puede constituir un cuadro de enfermedad si está acompañado de ciertas características, pero que también puede ser absolutamente fisiológico o normal.

El reflujo puede darse en cualquier edad, pero es mucho más frecuente en lactantes y en niños menores de un año. Cerca del 80% de los recién nacidos que cursan su primera y segunda semana de vida tienen vómitos o reflujo. A los dos meses, cerca del 50% de los bebés presenta un promedio de 2 regurgitaciones por día, situación considerada normal por los especialistas y que va cediendo a medida que los niños se acercan al primer año de vida. Esto, principalmente porque los lactantes tiene condiciones especiales para presentar reflujo fisiológico o normal.

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